La Escrofularia (Scrophularia nodosa) también denominada Scrophularia canina o Scrophularia acuatica, puede ser conocida comunmente como yerba de Lamparones o yerba de San Pedro. Pertenece a la familia de las Escrofulariaceas.
Tiene una raíz perenne y retoña todos los años. Es una planta vivaz de 60 cm o más (puede llegar al metro de altura). El tallo es cuadrado y hueco. Las hojas son opuestas, la mayoría de las veces de forma oval o con gajos sueltos en el rabillo y un pezón bien marcado. Las flores son pequeñitas y de un color pardo rojizo a veces y otras verdoso.
Están dispuestas en breves ramilletes opuestos, los cuales, todos juntos, componen otro mayor que remata el vástago principal de la planta. Los estambres son cuatro. Dos más largos que parecen dos ojitos de perro y todo el conjunto de la flor parece una cabecita de un perrito. Si la frotas un poco deja un olor poco agradable.
Ubicación de la Escrofularia
Escrofularia (Scrophularia nodosa) se cría en riberas de los ríos, arroyos, acequias y zonas húmedas.
Propiedades tradicionales de la Escrofularia (Scrophularia nodosa)
La Escrofularia (Scrophularia nodosa) es algo tóxica, por eso es mejor utilizarla por vía externa.
- Es eficaz en algunas enfermedades de la piel. Parece que su eficacia en este sentido es atribuida a la saponina. Para eczemas muy rebeldes se mezcla con la Trinitaria Fívola Tricolor.
- Tiene vitamina C y también alcaloides.
- Contiene sustancias que actúan sobre el corazón; por lo tanto hay que tener cuidado con la dosis. La sobredosis provoca el vómito y desencadena una violenta diarrea.
- Es recomendable al exterior para sacar abscesos en emplasto con clara de huevo caliente.
- Expectorante en forma de cataplasmas.